domingo, 11 de abril de 2010

Encuesta realizada a una madre del C.E.I.P. San Pío X (Murcia)


A continuación, vamos a ofrecer a los padres de nuestro colegio una encuesta realizada a una madre para conocer datos del curso académico de su hijo y cómo influyen determinados aspectos sobre él:


1. ¿Hablan con el profesor/a para conocer su vida escolar?


La mayor parte del tiempo lo tengo ocupado trabajando y en las labores de casa, pero siempre que puedo me intereso por la educación de mis hijos e intento acudir a las reuniones con los profesores.


2. ¿Cómo ven las relaciones de su hijo(a) con los profesores?


Mis hijos normalmente llegan contentos a casa y aprenden mucho, pero siempre está el día en el que el profesor les regaña y vienen un poco enfadados, pero será por algo malo que habrán hecho. En general, muy buena.


3.¿Cómo suele reaccionar su hijo(a) ante los resultados de las evaluaciones?


Pues las acepta acorde con el esfuerzo que ha llevado a cabo, aunque intenta mejorar día a día para obtener mejores resultados.


4.¿Cuál suele ser la actitud de ustedes ante las evaluaciones?


Mis dos hijos sacan buenas notas, aunque alguna vez han traído algún suspenso a casa y los hemos ayudado para que la próxima vez no ocurra y aprendan aquello que no entienden.


Las evaluaciones nos ayudan para descubrir en qué fallan nuestros hijos y en qué necesitan más atención.


5.¿Le plantea alguna dificultad su educación?


Ninguna, ya que entre todos intentamos que día a día realice las tareas escolares.


6.¿Qué cuenta del colegio?


Lo bien que se lo pasa con los amigos y alguna canción o algo nuevo que aprende y le ha llamado la atención.


7.¿Están ustedes satisfechos con el rendimiento escolar de su hijo(a)?


En general si, aunque es muy travieso y podría mejorar sus notas si se lo plantease, pero son cosas de la edad.


8.¿Creen que se encuentra a gusto en el colegio?


Si, ya que su estado anímico es bueno y afronta el día a día con entusiasmo.


9.¿Qué información cree que podría aportarle el colegio para mejorar la educación de su hijo?


Pues es un niño travieso, inquieto, pero muy inteligente, que aprende rápido y comprende fácilmente las cosas y le gusta mucho el tema de las nuevas tecnologías. Permanece muy atento a cualquier cosa que le llama especialmente la atención.


10. ¿Qué rasgos definirían mejor a su hijo?


Nervioso

Desenvuelto

Perezoso

Distraído

Rápido

Responsable

Obediente

Independiente

Alegre

Pacífico


Ainara Manresa Riquelme

Influencia de los medios de comunicación en los más pequeños

La televisión, por ejemplo, se ha convertido en el “principal canguro y la distracción primordial de los niños”.

Y, ¿qué sacamos de ella? ¿Qué sacan los niños de ella?

VIOLENCIA –hay cifras escalofriantes acerca del menú de violencia que se nos ofrece a diario incluso en lo que se da en llamar “horario infantil”-.

Un fuerte efecto de ANSIEDAD, que se traduce en violencia psicológica que puede marcar el ánimo del niño, impresionarlo, perturbarlo. Esto puede hacerlo habituarse a la violencia, a banalizarla y hacerlo insensible, más tarde, al sufrimiento de los demás”. Es decir, FALTA DE EMPATIA.

Según George Gerbner –especialista en violencia en la pequeña pantalla de la Universidad de Pensilvania-: “La exposición reiterada a la violencia vuelve al público ansioso y desconfiado, le hace exagerar los rIesgos de agresión en su medio. Cuantas más emisiones violentas vean los niños, más aceptable les parece la violencia y más les produce placer. Les cuesta discernir lo verdadero de lo falso”.

La PUBLICIDAD, otro de los bombardeos incesantes, “va a hacerles interiorizar las normas ideológicas dominantes. Y enseñarle criterios consensuales de lo bello, lo justo y lo verdadero; es decir, los cuatro valores morales sobre los cuales para siempre se edificará su visión moral y estética del mundo”.

La publicidad trata de descubrir nuestras debilidades y puntos vulnerables, “cuando han obtenido esta información, el ciudadano se convierte en blanco de la diana”.


En los dibujos animados y videojuegos, se combina la alta carga de violencia con la REALIDAD VIRTUAL. “Una exposición demasiado frecuente a esta última -según los psicólogos- induciría a una verdadera descomposición psicológica, haciendo una sangría en las fuerzas vivas de la personalidad en beneficio de uno o varios mundos virtuales”.

Tanto en éstos como en aquella, se utilizan incluso técnicas controvertidas e ilegales como imágenes o sonidos subliminales.


Todo creando una norma social; creando consenso. Generando un perfil de individuo social. De modo que establecen una nueva forma de condicionamiento “al recordarnos constantemente el deseo de la mayoría” –como dice Ramonet.


Fuente: http://elproyectomatriz.wordpress.com/2008/07/18/el-poder-de-las-palabras/

Baltasar Manzano Albaladejo

Multiculturalidad en el aula

La diversidad es un factor de enriquecimiento curricular en los centros educativos. Los grupos homogéneos no existen ya que dicha homogeneización es posible solamente en algunos de los múltiples y complejos factores que conforman la identidad de las personas. Cuanto más temprana es la edad de los educandos más evidente es dicha diversidad y más difícil la apuesta por metodologías basadas en la unificación de experiencias educativas para la totalidad del alumnado de un determinado nivel educativo independientemente de situación y evolución del grupo clase.


La llegada de un alumno de otra región u otro país, con otra lengua y cultura diferentes produce, en un primer momento, sorpresa. Dicho efecto es posible utilizarlo con un carácter pedagógico, motivando al resto del grupo clase hacia la cultura y orígenes del nuevo compañero y favoreciendo la aparición de actitudes positivas hacia el alumno, sus orígenes, su cultura y nuevas integraciones de alumnado con características semejantes.


Todos esos aprendizajes pasarían a formar parte de nuestra programación de aula, en intima relación con el PCC y PEC, conformando a un tiempo una metodología dinámica, abierta y participativa en un contexto educativo democrático y tolerante.


En todo el proceso descrito intervienen los diferentes agentes educativos de forma coordinada. Se establecen espacios temporales para la coordinación docente y con las familias. La familia entra en la escuela; participa de las experiencias educativas y conforma otras nuevas, las que tienen que ver con la cultura de origen. Este proceso de inmersión cultural se da en los dos sentidos de forma que no se produce en ningún caso perdida de identidad sino enriquecimiento por parte de todos los subgrupos culturales que conforman la comunidad educativa.

Aquí observamos un ejemplo de multiculturalidad en Oaklawn Language Academy (EE.UU) con la celebración de un festival en el que se imparte un baile típico español con alumnos de diferentes culturas.




Fuente: Jambrina Hernández, Ricardo. "Integración socioeducativa de alumnos inmigrantes".
http://www.primaria.profes.net/archivo2.asp?id_contenido=35969#nota4

Baltasar Manzano Albaladejo

Propuesta global para favorecer la colaboración de padres y profesores


Pensamos que la cuestión no es tanto realizar más o menos actividades de colaboración entre padres y profesores, como ir avanzando en cada una superando las dificultades con las que nos encontramos, atrevernos a innovar, a experimentar la alianza (Álvarez, 1999; CEIP de Ribes, 2002) y realizar el esfuerzo por enmarcarlas, orientarlas, liderarlas y sistematizarlas. En la misma dirección, compartimos con Intxausti (2002) el convencimiento de que no hay nada más dinamizador de las relaciones escuela-familia que los proyectos que van naciendo en los centros, pero dado que la energía del profesorado no es inagotable se ha de realizar un concienzudo examen de en qué se invierten.

Tomando como referencia lo aportado por la investigación y las experiencias desarrolladas (Martínez-González, 1996) y las propuestas realizadas por otros autores (Álvarez, 1999; Aranguren, 2002; Parellada, 2002) nos atrevemos a aportar una serie de notas que pueden hacer más eficaces los esfuerzos de colaboración entre familias y escuelas. Muchos han propuesto el término “partnership” para referirse al proceso que conlleva que padres y profesores aprendan a trabajar juntos, valorando lo que cada parte puede aportar a la relación (OCDE, 1997). Este es el marco en que deseamos situarnos.

En primer lugar, es requisito indispensable entender que no puede separarse la vida del alumno en la escuela y la del hijo en el hogar, que la colaboración escuela-familia es una respuesta necesaria, en la que escuela adquiere una dimensión de servicio a las necesidades del alumno y sus familias, y éstas, aunque importantes, contribuyen al rendimiento de los niños sólo como “potencia es facilitadores”. Mejorar la comunicación y reflexionar sobre los instrumentos de intercambio de información entre padres y profesores ha de ser un objetivo prioritario (Méndez, 2000), en el camino hacia unas relaciones caracterizadas por la “reciprocidad” (igualdad de estatus) y la “mutualidad” (tener asuntos en común).

En segundo lugar, asumir como procedimiento la diversidad de la IP, lo que conlleva un doble requerimiento: a) Incrementar el conocimiento sobre las principales dimensiones en las que las familias pueden variar (configuración, diversidad étnica y cultural, situaciones de estrés, miembros en situación de vulnerabilidad, recursos) como proponen Procidiano y Fisher (1992), las principales áreas de influencia de la familia en el logro de los alumnos (Christenson, Rounds y Gorney, 1992) y las necesidades, las creencias, los valores y estrategias educativas
de los padres (Redding, 1991). b) Aceptar que existen diversas formas de IP, todas igualmente válidas, que los padres tienen diferentes necesidades y aportan diferentes recursos. Ello no significa que las escuelas necesariamente tengan que proporcionar todos los tipos de IP. La meta debería ser lograr un acuerdo entre lo que los padres y lo que las escuelas perciben como factible de realizar, entendiendo por factible aquellas formas que se consideran posibles y con las que nos encontramos cómodos.

En tercer lugar, no se debería minusvalorar el impacto de los aspectos organizativos concretos que posibiliten la IP como elemento esencial en el proyecto educativo de centro, ni olvidar que la iniciativa debe partir de la escuela. Algunas prácticas que han resultado ser eficaces son (Olmsteam, 1991): discutir las actitudes del personal de la escuela hacia la IP, incluir padres y profesorado en la dirección del programa, escribir las propuestas, emplear una amplia variedad de medios para incrementar el intercambio de información y la asistencia de los padres a las reuniones, incentivar a las familias, recuperar los rituales, implementar algún componente en el programa en el que los padres sean vistos como educadores, incorporar los agentes sociales y comunitarios, favorecer la creación de redes de servicios (entre colegios, AMPAS, instituciones,...), adoptar procedimientos de evaluación y seguimiento. Especial atención merece la implicación de la dirección del centro escolar y el modo en que gestiona su situación intermedia entre padres y profesores, y los apoyos de la Administración.

En cuarto lugar, no hay que perder el plano de lo particular y recordar que el nivel que más interesa a los padres es el que está directamente vinculado con su propio hijo, que la IP en la educación de los hijos se incrementa cuando los padres creen que las prácticas escolares les ayudaran a incrementar su conocimiento sobre determinadas áreas críticas (p.e., el aprendizaje de la lectura o hacer los deberes), y cuando los programas responden a las necesidades de los padres y no se centran en los problemas.

En quinto lugar, es necesario que la formación del profesorado incorpore cuanto venimos diciendo, en especial el entrenamiento del profesorado en habilidades de comunicación y en actividades de colaboración con las familias (Kñallinsky, 1999). Las materias que abordan estas cuestiones son prácticamente testimoniales en los planes de formación inicial del profesorado. Martínez-González (2000), en el marco de la formación permanente del profesorado, propone la metodología de investigación-acción colaborativa entre profesores y padres como estrategia para dinamizar las relaciones familia-centro escolar.

Por último, pensamos que la legislación, a pesar de los avances en los últimos años, es extremadamente parca en recomendaciones y concreciones y señala tiempos de encuentro completamente insuficientes. La legislación debería adoptar una posición abiertamente facilitadora de las relaciones entre padres y educadores, estableciendo claramente una vinculación más extensiva e intensiva entre la AMPA y el Centro Escolar, incrementando la autonomía de los Consejos Escolares, eliminando la asimetría entre padres y profesores en su composición y promoviendo que sus actuaciones se centren fundamentalmente en lo educativo y curricular –sin renunciar a las actividades complementarias y extraescolares–. Pero, sobretodo, se deja notar la falta de preocupación por la innovación en lo que podríamos denominar la cotidianeidad de las relaciones profesores-padres. En este sentido, sin duda, la reciente ley de Calidad de la Educación constituye una oportunidad perdida.

Somos conscientes que estas recomendaciones no son las únicas posibles y que no son fáciles de incorporar a los modos de pensar y de actuar. Se trata de un apunte más en el marco de las políticas socioeducativas de atención a la infancia y a sus familias. Creemos que la multidimensionalidad de nuestra propuesta tiene la potencialidad de iniciar procesos de cambio. Hablamos de los principios que deben orientarla, de los procesos de formación y legislativos que definen y simplifican realidades, de los conocimientos y los procedimientos eficaces, tanto en el plano de lo general como de lo particular. Esperamos que la necesidad de la colaboración padres-profesores forme parte del rol educativo de ambos, que se incremente la percepción de eficacia, que nadie eduque sin querer, que no se privaticen los intereses colectivos, que se vaya rompiendo el muro que unos y otros han levantado con cierta complacencia, que nadie dimita en esta tarea.

Fuente: García Bacete, F. Juan, "Las relaciones escuela-familia: un reto
educativo". Castellón, 2002-2003

Baltasar Manzano Albaladejo

viernes, 9 de abril de 2010

La educación y la crisis económica




Los países en desarrollo lograron mejorar significativamente los resultados de la educación. Sin embargo, la actual crisis económica mundial amenaza este progreso, ya que reduce el potencial de hogares y gobiernos para invertir en educación. Si las naciones en desarrollo permiten el deterioro de los niveles de matrícula y de aprendizaje mientras ésta persista, perderán la capacidad de ganar ventajas en competitividad cuando se recupere la economía mundial. Los niveles de aprendizaje y matrícula escolar corren peligro en los Estados perturbados por la crisis; es probable que los países y hogares más pobres sean los más afectados, debido a que son los que más sufren con la disminución de los recursos fiscales y la cada vez mayor falta de empleos. Para mantener los avances en educación a pesar de la crisis, los países en desarrollo y los países donantes deben priorizar sus esfuerzos y sus inversiones. Es necesario que estos últimos mantengan los niveles de ayuda y mejoren su efectividad. Identificar la naturaleza y la magnitud de las repercusiones de la crisis en educación es un primer paso muy importante para preparar una respuesta adecuada. La experiencia de eventos anteriores de este tipo y de evaluaciones recientes apunta a programas que puedan aminorar los peores efectos de la crisis en educación. A pesar de los riesgos que representa para el avance en educación, la crisis puede ser una oportunidad a más largo plazo para mejorar la eficacia de los sistemas educacionales y atraer y mantener a profesores mejor preparados.

Fuente: http://web.worldbank.org/WBSITE/EXTERNAL/BANCOMUNDIAL/NEWSSPANISH/0,,contentMDK:20550698~menuPK:1074643~pagePK:64257043~piPK:437376~theSitePK:1074568,00.html

Fátima Mª López Sandoval

jueves, 8 de abril de 2010

La autoestima



La autoestima es un tema que despierta a cada día un gran interés, no-solo de psicólogos como también de madres y padres. Es una preocupación presente en muchas casas y conversaciones. Y eso se puede entender por la relación que está teniendo la autoestima con problemas como la depresión, anorexia, timidez, abuso de drogas, y otros. Algunos expertos afirman que una baja autoestima puede llevar a una persona a tener estos problemas, mientras que una buena autoestima puede hacer con que una persona tenga confianza en sus capacidades, no se deje manipular por los demás, sea más sensible a las necesidades del otro, y entre otras cosas, que esté dispuesto a defender sus principios y valores. Lo ideal sería que los padres no se preocupasen solamente en mantener una buena salud física a sus hijos, pero que mirasen más por la salud emocional de los mismos. La autoestima es una pieza fundamental en la construcción de una efectiva infancia y adolescencia.

¿Qué es la autoestima?

Se puede definir la autoestima de diversas formas, pero su contexto continuará siendo el mismo. La autoestima es la conciencia de una persona de su propio valor, el punto más alto de lo que somos y de nuestras responsabilidades, con determinados aspectos buenos y otros mejorables, y la sensación gratificante de querernos y aceptarnos como somos por nosotros mismos y hacia nuestras relaciones. Es nuestro espejo real, el cual nos enseña cómo somos, qué habilidades tenemos, a través de nuestras experiencias y expectativas. Es el resultado de la relación entre el temperamento del niño y el ambiente en el que éste se desarrolla.

La autoestima es un elemento básico en la formación personal de los niños. De eso dependerá su desarrollo en el aprendizaje, en las buenas relaciones, en las actividades, y por qué no decirlo, en la construcción de la felicidad. Cuando un niño adquiere una buena autoestima se sentirá competente, seguro, y valioso. Entenderá que es importante aprender, y no se sentirá disminuido cuando necesite de ayuda. Será responsable, se comunicará con fluidez, y se relacionará con los demás de una forma adecuada. Al contrario, el niño con una baja autoestima no confiará en sus propias posibilidades ni de las de los demás. Se sentirá inferior frente a otras personas, y por lo tanto se comportará de una forma más tímida, más crítica, con poca creatividad, lo que en muchos casos le podrá llevar a desarrollar conductas agresivas, y a alejarse de sus compañeros y familiares.

La autoestima no es una asignatura de un currículum escolar. Pero sí debe ser un espacio jamás ignorado por los padres y profesores. Hay que estar atentos al lado emocional de los niños. Durante la etapa desde el nacimiento a la adolescencia, por su vulnerabilidad y flexibilidad, busca mejorar la autoestima de tu hijo. Todo lo que se consigue en este periodo puede sellar su conducta y su postura hacia la vida, en la edad adulta.

Fuente: http://www.guiainfantil.com/salud/autoestima/index.htm

María Pilar Lucas Marín

¿Qué necesitan los niños?


¿Qué necesitan los niños?

Cuando queremos hablar sobre los niños y las niñas, por supuesto, debemos no sólo tener conocimiento base para expresar nuestras ideas, sino que además de ello es necesario que exista experiencia previa, y con ello me refiero a una experiencia propia y directa con aquellos.
Si observamos a un niño o a una niña, reconoceremos que es un mundo único, una persona en pequeño, una criatura que requiere no sólo de cuidados sino también de un cúmulo de orientaciones, conocimientos y afecto. Entonces en este sentido aquellos a quienes los vemos pequeños, graciosos y divertidos, otras veces no tanto así; necesitan de nosotros los mayores, y en particular de docentes que tengan real vocación de enseñanza. Aún cuando la vida misma es una maestra que enseña todo el tiempo de nuestra existencia.

Lo que podemos darles está a nuestro alcance. He escuchado decir a muchos padres y madres de familia que quieren que sus hijos(as) saquen buenos calificativos (¿?), que accedan al inmediato superior grado de estudios; y realmente no lo comprendo. Y lo más preocupante es que no saben el daño que se les estaría causando al tomar como objetivo de la educación sólo esos aspectos.
Es muy importante como necesario darles conocimientos, pero que no sean inútiles en un primer momento, es decir, que puedan llevarlos a la práctica diaria, dentro del manejo de "su mundo", sin lo cual carecería de sustento firme dentro de su conocimiento integral. Antes se decía que "la letra con sangre entra" y a muchos nos trae .... recuerdos nada gratos. Y hasta en muchas ocasiones en vez de que el estudio sea agradable se vuelve algo incompatible y a lo que muchos estudiantes agarran cólera. Procedimientos, metodología, y muchas más estrategias deben aplicarse de acuerdo al recurso humano que se tiene al frente. En particular, dentro de nuestra escuela hogareña, conocemos bien a nuestros hijos y es justamente lo que nos lleva a adquirir un compromiso fiel, amoroso para que seamos los primeros profesores de ellos. Una clave dicha a los cuatro vientos: seamos buenos ejemplos en todo. Ellos captan a través de los sentidos: ven, oyen, sienten, huelen, gustan. Luego, conforme vayan creciendo debemos darle el apoyo necesario, no son plantitas que sólo hace falta regar y abonar; son seres humanos que requieren de un sistema complejo y permanete de enseñanza. Dediquemos más tiempo al diario quehacer de nuestros hijos, sumerjámonos en sus actividades por más simples que parezcan, ellos y ellas lo apreciarán mucho. Después de todo, recordemos que no siempre serán pequeños, y cuando eso suceda, tal vez al darnos cuenta ya habrán partido de nuestro lado para formarse por sí solos.

El afecto es imprescindible, necesario en sumo grado. Créanlo! Con afecto y buenas formas se consigue mucho en ellos.

Fuente: http://www.bebesaludable.info/2009/12/que-necesitan-los-ninos.html

Fátima Mª Lòpez Sandoval

sábado, 3 de abril de 2010

Utilización de Internet: Riesgos y consejos



LOS RIESGOS DE INTERNET


Pese a las infinitas posibilidades que ofrece Internet como infraestructura económica y cultural para facilitar muchas de las actividades humanas y contribuir a una mejor satisfacción de nuestras necesidades y a nuestro desarrollo personal, el uso de Internet también conlleva riesgos, especialmente para los niños, los adolescentes y las personas que tienen determinados problemas: tendencia al aislamiento social, parados de larga duración...

En el caso de los niños, la falta de una adecuada atención por parte de los padres (que muchas veces están trabajando fuera de casa todo el día) les deja aún más vía libre para acceder sin control a la TV e Internet, si está disponible en el hogar, cuando vuelven de la escuela. Si el ordenador familiar no dispone de filtros que limiten el acceso a las páginas inadecuadas, de forma accidental o buscando nuevos amigos y estímulos se irán encontrando allí con toda clase de contenidos, servicios y personas, no siempre fiables ni convenientes para todas las edades. Y lo que empieza por curiosidad puede acabar en una adicción ya que los niños y los adolescentes son fácilmente seducibles. Por desgracia hay muchos padres que no son conscientes de estos peligros, que ya se daban en parte con la televisión y los videojuegos y que ahora se multiplican en Internet, cada vez más omnipresente y accesible a todos en las casas, escuelas, cibercafés...

Todas las funcionalidades de Internet (navegación por las páginas web, publicación de weblogs y webs, correo electrónico, mensajería instantánea, foros, chats, gestiones y comercio electrónico, entornos para el ocio...) pueden comportar algún riesgo, al igual como ocurre en las actividades que realizamos en el "mundo físico". En el caso de Internet, destacamos los siguientes riesgos:

- Riesgos relacionados con la información. Las personas frecuentemente necesitamos información para realizar nuestras actividades, y muchas veces la podemos obtener en Internet de manera más rapida, cómoda y económica que en el "mundo físico". No obstante hemos de considerar posibles riesgos:

- Acceso a información poco fiable y falsa. Existe mucha información errónea y poco actualizada en Internet, ya que cualquiera puede poner información en la red. Su utilización puede dar lugar a múltiples problemas: desde realizar mal un trabajo académico hasta arruinar una actuación empresarial.

- Dispersión, pérdida de tiempo. A veces se pierde mucho tiempo para localizar la información que se necesita. Es fácil perderse navegando por el inmenso mar informativo de Internet lleno de atractivos "cantos de sirena". Al final el trabajo principal puede quedar sin hacer.

- Acceso de los niños a información inapropiada y nociva. Existen webs que pese a contener información científica, pueden resultar inapropiadas y hasta nocivas (pueden afectar a su desarrollo cognitivo y afectivo) para niños y menores por el modo en el que se abordan los temas o la crudeza de las imágenes (sexo, violencia, drogas, determinados relatos históricos y obras literarias...). La multimedialidad de Internet puede hacer estos contenidos aún más explícitos e impactantes.

- Acceso a información peligrosa, inmoral, ilícita. Existe información poco recomendable (pornografía infantil, violencia, todo tipo de sectas...) y hasta con contenidos considerados delictivos que incitan a la violencia, el racismo, la xenofobia, el terrorismo, la pedofilia, el consumo de drogas, participar en ritos satánicos y en sectas ilegales, realizar actos delictivos... La globalidad de Internet y las diferentes culturas y legislaciones de los países hacen posible la existencia (por lo menos temporal, ya que grupos especiales de la policía dedicados a delitos informáticos realiza actuaciones a nivel internacional) de estas páginas web en el ciberespacio.

Los primeros riesgos se pueden paliar aprendiendo buenas técnicas para buscar la información y valorarla con juicio crítico, así como adquiriendo hábitos de trabajo en Internet que limiten la tendencia a la dispersión al buscar contenidos. En cuanto a los segundos, que afectan sobre todo a los más jóvenes, exigen una adecuada respuesta por parte de padres y educadores mediante la instalación de programas de protección en los ordenadores que limiten el acceso a determinadas páginas web y alertando a los niños y jóvenes sobre estos riesgos, explicándoles de manera adecuada a su edad las razones. Entendemos que los medios de comunicación social también deberían alertar a los ciudadanos en general sobre las páginas web con contenidos ilegales y sobre la conveniencia de denunciarlas.

- Riesgos relacionados con la comunicación interpersonal. Las personas muchas veces necesitamos comunicarnos con personas lejanas o establecer nuevos contactos sociales. Internet nos ofrece infinidad de canales y oportunidades (e-mail, chats, weblogs...), aunque conllevan algunos riesgos:

- Bloqueo del buzón de correo. Hay personas que ignorando las normas de "netiquette" (pautas de comportamiento que facilitan la convivencia entre los usuarios y el buen funcionamiento de la red) adjuntan grandes archivos a los correos sin pedir previamente autorización al receptor del mensaje, con lo que acaban bloqueando temporalmente su buzón de correo.

- Recepción de "mensajes basura". Ante la carencia de una legislación adecuada, por e-mail se reciben muchos mensajes de propaganda no deseada (spam) que envían indiscriminadamente empresas de todo el mundo. En ocasiones su contenido es de naturaleza sexual o proponen oscuros negocios. Otras veces pueden contener archivos con virus.

- Recepción de mensajes personales ofensivos. Al comunicarse en los foros virtuales, como los mensajes escritos (a menudo mal redactados y siempre privados del contacto visual y la interaccción inmediata con el emisor) se prestan más a malentendidos que pueden resultar ofensivos para algunos de sus receptores, a veces se generan fuertes discusiones que incluyen insultos e incluso amenazas. Por otra parte, en ocasiones hay personas que son acosadas a través del e-mail con mensajes que atentan contra su intimidad.

- Pérdida de intimidad. En ocasiones, hasta de manera inconsciente al participar en los foros, se puede proporcionar información personal, familiar o de terceras personas a gente desconocida. Y esto siempre supone un peligro. También es frecuente hacerlo a través de los formularios de algunas páginas web que proporcionan determinados servicios gratuitos (buzones de e-mail, alojamiento de páginas web, música y otros recursos digitales...)

- Acciones ilegales. Proporcionar datos de terceras personas, difundir determinadas opiniones o contenidos, plagiar informaicón, insultar, difamar o amenazar a través de los canales comunicativos de Internet... puede acarrear responsabilidades judiciales (como también ocurre en el "mundo físico").

- Malas compañías. Especialmente en los chats, MUDs.., se puede entrar en contacto con personas que utilizan identidades falsas con oscuras intenciones, en ocasiones psicópatas que buscan víctimas para actos violentos o delictivos a las que prometen estímulos, experiencias y amistad.

Para paliar estos riesgos es conveniente informar sobre las normas de "netiquette" y educar a los usuarios en el uso correcto de los canales comunicativos de Internet, alertándoles del riesgo de difundir sus datos más personales y de las repercusiones legales que pueden tener sus mensajes y los archivos que se intercambian. Nuevamente esta sensibilización resulta especialmente necesaria en el caso de los menores, que resultan mucho más vulnerables ante las personas que quieran aporvecharse de ellos..

- Riesgos relacionados con actividades con repercusión económica (compras y gestiones, envío y recepción de archivos...). El ciberespacio que sustenta Internet es un mundo paralelo en el que se pueden realizar prácticamente todas las actividades que realizamos en el "mundo físico". Y las actividades con repercusión económica siempre suponen riesgos. En el caso de Internet destacamos los siguientes:

- Estafas. En las compras y demás transacciones económicas (tiendas virtuales, bancos, servicios formativos...) que se realizan por Internet, especialmente si las empresas no son de solvencia reconocida, la virtualidad muchas veces enmascara sutiles engaños y estafas a los compradores.

- Compras inducidas por una publicidad abusiva. Aprovechando la escasa regulación de las actividades en Internet, las empresas utilizan sofisticados sistemas de marketing para seducir a los internautas e incitarles a la adquisición de sus productos, incluyendo publicidad subliminal. Sus anuncios de reclamo ("banners"...) aparecen en todo tipo de webs, y a veces resulta dificil separar los contenidos propios de la web de la publicidad. De manera que a veces se acaba haciendo compras innecesarias.

- Compras por menores sin autorización paterna. Niños y jóvenes pueden realizar compras sin control familiar a través de Internet, en ocasiones incluso utilizando las tarjetas de crédito de familiares o conocidos.

- Robos. Al facilitar información personal y los códigos secretos de las tarjetas de crédito por Internet, a veces son interceptados por ciberladrones y los utilizan para suplantar la personalidad de sus propietarios y realizar compras a su cargo. Con todo, se van desarrollando sistemas de seguridad (firmas electrónicas, certificados digitales...) que cada vez aseguran mas la confidencialidad al enviar los datos personales necesarios para realizar las transacciones económicas. Hay empresas que delinquen vendiendo los datos personales de sus clientes a otras empresas y estafadores.

- Actuaciones delictivas por violación de la propiedad intelectual. Muchas personas, a veces incluso sin ser conscientes de ello o de la gravedad de su acción, realizan actos delictivos violando la propiedad intelectual a través de Internet: búsqueda y recepción de programas o música con copyright (piratería musical) o software para desactivar sistemas de protección de los porductos digitales, difusión de estos materiales a personas conocidas...

- Realización de negocios ilegales a través de Internet: compra-ventas, subastas, préstamos, apuestas...

- Gastos telefónicos desorbitados. Si no se dispone de una conexión adecuada con tarifa plana que fije el coste mensual por uso de Internet, o el internauta entra de manera inconsciente en páginas (generalmente de contenido sexual) en las que al solicitar un servicio aparentemente gratuito le conectan a líneas telefónicas de alta tarifación, las facturas telefónicas pueden proporcionar serios disgustos.

Ante la gravedad de estos riesgos y la relativa novedad que supone Internet en nuestra sociedad para la mayor parte de los ciudadanos, entendemos que deberían hacerse campañas informativas a nivel nacional a través de todos los medios de comunicación, con una especial incidencia en los centros docentes. Al mismo tiempo deben seguir desarrollándose la legislación que regule el uso de Internet y las medidas policiales dirigidas a la captura de los delincuantes del ciberespacio.

- Riesgos relacionados con el funcionamiento de la red Internet. A veces por limitaciones tecnológicas, a veces por actos de sabotaje y piratería y que aún resultan incontrolables, la red Internet no siempre funciona como quisiéramos:

- Lentitud de accesos. A veces debido al tipo de conexión (modem...), otras veces debido a la saturación de algunos servidores en horas punta.

- Imposibilidad de conexión a una web o a un servicio de Internet, que puede ser dedida a problemas del servidor que da el servicio. Si esta circunstancia nos impide la realización de un trabajo importante, puede traernos muy malas consecuencias.

- Problemas de virus, que actualmente se propagan con libertad por la red y pueden bloquear el funcionamiento del ordenador y destruir la información que almacena. Para navegar por Internet resulta imprescindible disponer de un sistema antivirus actualizado en el ordenador.

- Espionaje. A través de mecanismos como las "cookies" o de virus, se puede conocer todo lo que se hace desde un ordenador y copiar todos los archivos que tiene amacenados. Con estos sistemas algunos espías se dedican a detectar las circunstancias y preferencias de las personas con el fin de elaborar listas de posibles clientes que luego venden a las empresas comerciales.

- Publicidad subliminal, spam...

En siglos anteriores las vías de comunicación entre las ciudades resultaban también lentas e inseguras (mal firme, guerras, bandidos...). Seguro que dentro de unos pocos años todos estos problemas de Internet también se habrán solucionado. De momento hay que conocerlos y tenerlos en cuenta: no podemos confiar que todo Internet esté siempre operativo a nuestra disposición y debemos proteger nuestro ordenador con un sistema antivirus/espionaje adecuado.

- Riesgos relacionados con las adicciones (IAD, Internet Addiction Disorder). En toda adicción siempre confluyen tres elementos: una persona, unas circunstancias personales determinadas y una sustancia o situación que produzca placer (Internet puede proporcionar múltiples sensaciones placenteras).

Aunque la conexión compulsiva a Internet constituye un indicador significativo en los casos de IAD, no es posible establecer una correspondencia entre determinadas horas de conexión a Internet y adicción, pues el uso de Internet depende de las circunstancias personales de cada uno (algunos trabajadores y estudiantes deben estar conectados casi siempre a Internet). Incluso considerando solamente el tiempo de ocio que se emplea en Internet, resulta dificil establecer la frontera de la adicción basada en el número de horas diarias o semanales de conexión; como mundo alternativo al "mundo físico", Internet ofrece infinidad de ofertas de ocio: lecturas, música, películas, juegos, reuniones ("virtuales", esto si, pero a veces incluso con sistemas de videochat)... y cada persona puede tener sus preferencias.

Con todo, podemos considerar que una persona tiene adicción a Internet cuando de manera habitual es incapaz de controlar el tiempo que está conectado a Internet, relegando las obligaciones familiares, sociales y académicas/profesionales. Muchas veces además roban horas al sueño e incluso se reduce el tiempo de las comidas; de manera que el cansancio y la irritabilidad se irán cronificando, así como la debilidad del sistema inmunológico y muchas veces una cierta tendencia al aislamiento social.

Más que una adicción genérica a Internet, podemos considerar adicciones o usos compulsivos a determinados contenidos o servicios:

- Adicción a buscar información de todo tipo: noticias, webs temáticas, webs personales, servicios ofrecidos por empresas... Muchas veces incluye pornografía, imágenes o escenas que incluyen violencia... Se buscan sensaciones más que información.

- Adicción a frecuentar los entornos sociales: chats, MUDs... Los usuarios no dependientes tienen más tendencia a comunicarse con las personas conocidas. Los adictos buscan más conocer gente nueva y buscar el apoyo en los grupos de la red; a veces se crean varias personalidades virtuales.

- Juego compulsivo. Internet está lleno de webs con todo tipo de juegos, algunos de ellos tipo casino con apuestas en dinero; otros muy competitivos o violentos..., que pueden fomentar ludopatías en determinadas personas.

- Compras compulsivas: comercio electrónico, subastas...

Para superar estas adicciones que distorsionan la vida normal de los individuos, muchas veces será necesaria la ayuda de las personas próximas y hasta de médicos especialistas. En el caso de los menores, es importante que los padres estén atentos al uso que hacen sus hijos de Internet y vean de detectar estos problemas lo antes posible. A partir de los datos que proporciona un estudio realizado en noviembre de 2002 por las organizaciones de protección de la infancia ACPI y PROTEGELES sobre "Seguridad Infantil y Costumbres de los Menores en Internet", se consideran las siguientes características que alertan sobre una posible adicción a Internet: necesidad de conectarse con frecuencia y a diario o casi a diario, navegar más de 10 horas semanales, buscar sensaciones y visitar tanto páginas de pornografía como de violencia, entrar en los chats creando personalidades distintas y con frecuencia de sexo opuesto.

A pesar de que los riesgos a los que estamos expuestos en Internet son básicamente los mismos que encontramos en el "mundo físico" (no olvidemos que al acceder a Internet accedemos a un mundo paralelo o ciberespacio que en gran medida lo imita), la naturaleza "virtual" de Internet y su creciente ubicuidad en nuestra sociedad, la novedad que representan sus servicios y nuestra poca experiencia en su uso (aún estamos en fase de descubir muchas de sus posibilidades), introducen nuevos factores que aumentan estos riesgos:

- Fácil acceso a la información. En el mundo físico suele resultar difícil, y muchas veces costoso económicamente, encontrar muchas de las informaciones peligrosas que en Internet se encuentran con facilidad, gratis, y hasta a veces aparecen de manera ocasional: por ejemplo al teclear erróneamente una palabra en una búsqueda. Por contra, en el "mundo físico" las restricciones legales a la distribución de contenidos pornográficos y violentos suelen alejarlos de los entornos infantiles, y la necesidad de dinero para adquirir determinados materiales y hasta la entidad física de los mismos (que hay que guardar en algún lugar) contribuye a facilitar un cierto control parental.

- Fácil comunicación interpersonal. En el mundo físico los contactos personales nos aportan más datos sobre las personas con las que nos relacionamos que pueden alertarnos ante conductas extrañas de algunos individuos que se nos acerquen. Además, las personas y grupos se mueven en determinados espacios físicos, que muchas veces suponen un inconveniente para coincidir con ellos. En Internet no hay distancias, todo está a nuestro alcance, y la virtualidad permite moverse por el ciberespacio con personalidades ficticias.

- Accesibilidad permanente. Internet, cada vez más, está siempre a nuestro alcance, de manera que facilita la inmediata realimentación de las adicciones: violencia, ludopatía...

- Anonimato. En Internet pueden realizarse muchas acciones de manera anónima, con un escaso control social, lo que permite a algunas personas realizar actos en el "mundo virtual" que no se atreverían a hacer en el "mundo físico": comportamientos poco respetuosos en chats, visitar casinos, proveerse de pornografía...

CONSEJOS PARA UN USO SEGURO DE INTERNET

- Decálogo de los derechos de la infancia en Internet. Ante estos peligros potenciales, lo mejor es adoptar medidas preventivas para neutralizar los posibles riesgos de esta nueva y poderosa infraestructura cultural. Una de las iniciativas, con el apoyo de UNICEF, ha sido la elaboración del "decálogo de los derechos de la infancia en Internet" ( ver http://www.internetsegura.net/web2003ESP/6feb/decalogo.htm ; http://unmillondemiradas.com.ar/E-derechos.jpg). Algunos de estos derechos son:

- Derecho al acceso a la información y la tecnología. En especial este derecho al acceso se aplicará a los niños y niñas discapacitados.

- Derecho a buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de todo tipo por medio de la Red. Estos derechos sólo podrán ser restringidos para garantizar la protección de los niños y niñas de informaciones y materiales perjudiciales para su bienestar, desarrollo e integridad; y para garantizar el cumplimiento de las leyes, la seguridad, los derechos y la reputación de otras personas.

- Derecho a la protección contra la explotación, el comercio ilegal, los abusos y la violencia de todo tipo que se produzcan utilizando Internet.

- Derecho al desarrollo personal y a la educación, y a todas las oportunidades que las nuevas tecnologías como Internet puedan aportar para mejorar su formación.

- Derecho a la intimidad de las comunicaciones por medios electrónicos. Derecho a no proporcionar datos personales por la Red, a preservar su identidad y su imagen de posibles usos ilícitos.

- Consejos. Diversas iniciativas institucionales, como "Internet Segura", han elaborado estudios y programas de sensibilización para promover el uso seguro de Internet contribuyendo a generar una cultura de responsabilidad que permita a los niños y adolescentes beneficiarse cada vez más de este nuevo medio al tiempo que se minimizan sus riesgos. Se considera que más allá de los filtros que puedan proporcionar ciertos programas de protección, se debe incidir sobre todo en la información y la educación de los menores, A partir de sus indicaciones a continuación se presentan unos consejos:

- Consejos prácticos a tener en cuenta por los padres y educadores (es necesario formar a los padres, que muchas veces no saben como funciona Internet ni sus riesgos, y deben asumir su deber de educar y negociar reglas sobre el uso de Internet en casa con sus hijos menores) :

- Conviene que los padres hablen con los centros educativos para asesorarse y conocer cómo se trata el tema en la escuela.

- En casa, colocar el ordenador a la vista de todo el mundo, en una dependencia familiar (salón, biblioteca) distinta del dormitorio de los niños.

- Hacer de Internet una actividad abierta y familiar, navegar juntos (sobre todo con los más pequeños) , saber con quienes se comunican y el tiempo que dedican . Muchas veces los hijos pueden enseñar mucho a sus padres.

- Hablar abiertamente con los menores sobre el uso de Internet, su utilidad y sus riesgos. Enseñarles a navegar con seguridad: explicarles normas básicas de uso y aspectos legales a tener en cuenta (no dar datos personales...), que distingan contenidos no recomendables... Que cumplan las normas de netiquete. Fomentar una actitud crítica: no todo lo que se ve es cierto.

- Establecer reglas básicas de uso en casa y en el centro educativo: momento del día en el que se puede usar Internet y el móvil (no el clase ni en el cine...), tiempo, considerar los costes de determinados servicios... Tener en cuenta las posibilidades de acceso a Internet en la casa de amigos, cibercafés..

- Tener un cortafuegos (firewall) y un antivirus actualizado que proteja el ordenador de los virus y de los programas espía.

- Utilizar navegadores infantiles (que solo acceden a páginas adecuadas) o instalar programas protectores que filtren la información facilitando el acceso a sitios web seguros y controlando el tiempo de conexión.

- Si se detecta algún peligro, contactar con las autoridades o con instituciones como "Protegeles"

- Consejos para los niños y cibernautas en general (sobre Internet y teléfono móvil):

- No divulgar información privada personal (contraseñas, teléfono, dirección del domicilio familiar, datos bancarios...) o de de personas conocidas por Internet.

- No enviar fotografías sin el permiso de los padres.

- No comprar sin la supervisión de un adulto. Y ante instrucciones poco claras, NO seguir el proceso de compra.

- No contestar e-mails que tengan contenido ofensivo o resulten incómodos y cuidar de no molestar o ofender a otros en los mensajes por e-mail, SMS o chat. No fotografiar ni grabar a nadie sin su permiso... y menos aún distribuir luego su imagen sin autorización.

- No concertar encuentros con personas conocidas on-line o por el móvil, las personas que se conocen on-line pueden ser muy distintas a lo que parecen (en Internet a veces las personas ocultan su verdadera personalidad)

- Si se recibe o se en cuentra una información que resulte incómoda, comunicarlo a los padres.

- Asegurarse de que el antivirus está activado, y pasarlo a los nuevos disquetes o pendrive que se introduzcan en el ordenador.

- No abrir mensajes de desconocidos ni mensajes de los que se desconoce el contenido.

- Tras conectarse desde un lugar público (cibercafé, escuela...) siempre cerrar la conexión para evitar que otra persona pueda usurpar su personalidad.

- No perder de vista el móvil y el ordenador portátil, si se pierde, comunicarlo enseguida.

- Evitar delinquir distribuyendo a través de Internet materiales (música, imágenes, películas...) de los que no tengan permiso para ello.

- No usar el móvil en clase ni en el cine, tampoco cuando hacemos una actividad que requiere mucha atención: ir en bicicleta, cruzar calles con poca visibilidad...

- Atención a los costes del uso excesivo del móvil o Internet. Conocer el coste de los servicios que se utilicen.

- Sistemas de seguridad e instrumentos de control.


Fuente: http://www.peremarques.net/habilweb.htm

María Pilar Lucas Marín

Escuela de padres



Escuela de Padres. Organización.

Habría dos formas de enfocar el aspecto organizativo de una Escuela de Padres: una, procediendo en forma lógica y siguiendo las pautas de montaje de un grupo de adultos que pretende intercambiar experiencias y aprender formas útiles de educar a los hijos y mejorar su interacción como padres. Otra forma sería el partir de las dificultades y problemas que suelen surgir en multitud de EP que ya existen, pero que no funcionan bien o incluso están a punto de desaparecer o sumirse en un cierto letargo por su falta de efectividad. Comenzaremos por la descripción de dificultades y pasaremos luego al análisis de cómo poder organizar una EP.

LAS EP EN APUROS

Recogiendo una serie de consultas que a lo largo de los últimos años han presentado muchas EP, podrían señalarse las causas más frecuentes de sus dificultades:

—Grupo excesivamente homogéneo: terminan aburriéndose o aferrándose todos a la misma idea y gastando más tiempo en defenderse de lo que sucede en la vida que en lograr soluciones creativas para adoptar los cambios necesarios.

—Falta de realismo: lo que en la EP se concluye, no vale luego para llevar a casa.

—Problemas individuales de interacción en el grupo, que no saben o no pueden resolverse.

—Conductores de grupo demasiado directivos o, por el contrario, un tanto ausentes, creyendo que el grupo va a funcionar solo.

—Convertir las reuniones de grupo en un encuentro social, sin tarea concreta de aprendizaje e interacción de personas.

—Falta de variedad de técnicas: siempre lo mismo y sin dar oportunidad a que cada cual pueda elegir su mejor forma de aprender y comunicarse.

—Absentismo: irregular asistencia al grupo por parte de los padres.

—Buscar recetas inmediatas más que una progresión de conocimientos y cambio de actitudes.

—No existen programas que permitan una continuación o se repiten los mismos temas continuamente y otros no se tratan nunca.

—Falta de metodología activa por parte de la organización de la escuela: en consecuencia, y como disculpa, se dice que los padres no quieren participar.

—Convertir la EP en un grupo de presión en contra o a favor de algo, pero olvidando su desarrollo interno.

—Ritmos de reuniones no adecuados: demasiadas o demasiado pocas.

—Horarios o fechas inconvenientes para los padres o determinadas desde fuera sin acuerdo y compromiso de todos.

—Sitio de las reuniones poco funcional.

—Grupos demasiado grandes o muy pequeños.

—Insistir demasiado en lo que está mal hecho; pero faltan ideas de cómo se puede hacer de otra forma.


Escuela de Padres. Temas

Tras señalar los aspectos que abarca la formación de padres, se catalogan ocho grupos temáticos que pueden servir de base para un programa de Escuela de Padres.

La determinación de temas para una EP viene dada por sus objetivos. Efectivamente, si el objetivo fundamental es la formación continua de los padres, la temática será aquella que contribuya a ese fin; pero esto, aunque importante de partida, no aclara mucho la cuestión si no se explica un poco más. Por eso es necesario preguntarse: ¿qué aspectos lleva consigo una formación permanente de los padres?

—Una formación como personas: la manera de ser, de actuar, la visión e imagen que cada uno tiene de sí mismo, la capacidad de relación con los demás, el estado emocional propio... son temas que constituyen la base para funcionar luego mejor como padres.

—La relación padres-hijos: o, en su extensión, lo que podría llamarse relaciones familiares, con todo lo que supone de la evolución del niño, de su interacción con otros hermanos y con cada uno de la familia, de los sistemas o estilos pedagógicos usados en casa.

—La relación de pareja: en su dimensión afectiva y como realización complementaria o encontrada de ideas, sentimientos, habilidades de comunicación y resolución de conflictos.

—La relación familia-escuela, tanto en el apoyo complementario que los padres pueden proporcionarle al hijo-alumno en materias referentes a sus estudios como en el análisis básico de actitudes y dificultades personales.

—La relación social de la familia y el niño con la calle, el ambiente, los amigos, las fiestas, la cultura, los viajes, los medios de comunicación, el tiempo libre.

—La orientación profesional de los hijos y su dirección hacia el mundo del trabajo, de su independencia.

—La función pública de los padres que se constituyen en asociaciones de todo tipo, tanto escolares (APA y otros) como de índole cultural y social, buscando o defendiendo sus intereses específicos.

LOS OCHO GRUPOS TEMÁTICOS

Teniendo en cuenta estos diversos aspectos de la formación de los padres, hemos tratado de catalogar en ocho grandes grupos temáticos lo que puede servir de base para un programa EP.

Pero es necesario recordar que toda clasificación no puede ser rigurosa y que unos temas se implican de tal forma con otros que no puede existir precisión de si se trata de algo evolutivo o personal, de algo pedagógico o didáctico... Por ello, esto se propone solamente como una división acumulativa que tenga suficiente operatividad, siguiendo la táctica de abordar los temas tal como se presentan en sus síntomas más inmediatos. Así por ejemplo, si a un niño se le ve solo y sin compañeros, en principio se trataría de un problema de índole «social»; aunque luego, si se ahonda en el tema, se vea que el problema tiene su origen en el mundo «familiar» y allí habrá que buscar su remedio. Abordar, por tanto, los temas tal cual se presentan es una forma de introducirse en ellos y después ya se irá viendo de qué tipo de tema se trata.

A continuación presentamos estos ocho grupos. Definimos qué temas pueden entrar en cada uno de ellos y ponemos, sólo a modo de ejemplo, algunos de los títulos particulares que se han utilizado en diversas EP, pero recordando que cada uno de estos títulos son solamente aspectos parciales que abarcan a veces sólo una pequeña parte del cuadro general.

Escuela de padres. Objetivos

Se indican los objetivos de las Escuelas de Padres, desde su fundación por la Señora Vérine. También se señalan las diferentes matizaciones en función de los diversos modelos de Escuelas de Padres.

Los objetivos de las Escuelas de Padres, tal como se recoge inicialmente en los escritos de su fundadora Sra. Vérine, van en esta línea:

—«Que los padres tengan una mayor seguridad y confianza en el desempeño de su función educativa».

—«Que logren conciliar los antiguos principios de la autoridad paterna con las ideas de la autonomía de la persona del niño».

—«Que cada niño sea atendido por sus padres no sólo como un caso singular y distinto sino además como un ser libre».

—«Que los padres, además de una instrucción psicológica adecuada, se entreguen a una labor personal de aplicación y observación de lo aprendido en el campo de relación con sus hijos». A lo largo del tiempo, los objetivos fundamentales de la Escuela de Padres han permanecido los mismos, pero han surgido diversas matizaciones según los diversos modelos de EP descritos anteriormente.

• Para los que desarrollan una escuela de tipo académico, los objetivos adquieren un matiz mayor de adquisición de conocimientos por parte de los padres y una atención menor al desarrollo de actitudes y comunicación grupal.

• Para los que estructuran su actividad en una escuela preferentemente grupal, los objetivos van más en la línea de comunicación de sentimientos y experiencias propias, e insisten asimismo en el crecimiento del grupo como medio de inmersión y aprendizaje; en cambio no buscan tanto el aprendizaje sistemático de temas: cualquiera de ellos vale, con tal que facilite la comunicación e interacción de sus componentes.

• Para la escuela que tiene un matiz proselitista, aunque mantenga los objetivos fundamentales de toda EP, aparece con claridad la búsqueda de personas y grupos que defiendan alguna idea, institución o tendencia con carácter intencional y de captación de adeptos. Existen, por tanto, una serie de subobjetivos o agendas encubiertas que, a veces, incluso pueden amenazar al objetivo fundamental de educación de los padres como tales.

• Para la «EP participativa» se mantienen los objetivos fundamentales; pero éstos se explicitan más claramente en los siguientes cinco campos:

—El campo del conocimiento: los padres necesitan saber más y mejor, tanto en su relación con los hijos como en su interacción de pareja.

—El campo de actitudes: los padres necesitan analizar sus propias actitudes, mejorarlas e incluso cambiarlas más radicalmente si quieren proporcionar una ayuda más eficaz a sus hijos.

—El campo de aprendizaje en grupo: los padres necesitan intercambiar sus ideas y sentimientos con otros padres, aprender de los demás y analizar con ellos en grupo hasta qué punto les han sido útiles los conocimientos y actitudes que van aprendiendo y tratando de aplicar en casa cada día.

—El campo de su vivencia personal en la EP: la vivencia en grupo y todas las demás actividades y contactos vividos en la EP les puede ayudar a que ellos mismos como personas, prescindiendo de su tarea de padres, experimenten un cambio personal y que puedan luego trasladar esa experiencia de cambio personal a la forma de relación que viven cada día con sus hijos. Esto es algo distinto a los contenidos o actitudes que han aprendido con el seguimiento de la técnica grupal de aprendizaje descrita en el párrafo anterior.

—El campo de acciones paralelas: un grupo participativo EP, al lograr un desarrollo suficiente, puede dirigir

¿Qué es una escuela de padres?

Análisis del origen y de los diferentes tipos de Escuelas de Padres, así como de la evolución en la actitud educadora de los padres. Se diferencian cinco tendencias en las Escuelas de Padres: académica, grupal, proselitista, participativa y burocrática. Su origen se sitúa en los Estados Unidos y en Francia.

Las Escuelas de Padres están de actualidad. Y se está empezando a adivinar, aunque la formulación se haga con mucha timidez, que la Escuela de Padres es la que debería llamarse la Escuela Primaria y que las demás escuelas están complementando, supliendo, ayudando lo que allí se comenzó. Pero a todos nos resultará fácil comprender por qué no es tan sencillo romper el esquema de que los que van a la escuela son los niños, y los padres son quienes les envían, olvidando que si los padres montan su propia escuela para aprender a serlo, los resultados de todas las demás escuelas iban a mejorar notablemente. En este sentido, la Escuela de Padres debería ser la primaria, la primera de todas.

LA EVOLUCIÓN EN LA ACTITUD EDUCADORA DE LOS PADRES

Inicialmente fue la seguridad autoritaria: se sabía muy bien lo que se quería y también cómo lograrlo. Se contaba con un historial de generaciones que habían querido y logrado lo mismo, e incluso se apelaba a ese factor de sabiduría que mágicamente podría llevar consigo el simple hecho de constituirse en padres. Valores y, sobre todo, principios claros, indiscutibles, métodos avalados por la práctica de generaciones, autopresentación de los padres como modelos vivos de la eficacia modeladora de tales métodos educativos. Era la seguridad. Después llegó el desconcierto: al romperse las estructuras sociales. Al ponerse en entredicho los valores tradicionales, al producirse un seísmo universalizado, quedaron los estratos de los valores humanos, religiosos, sociales, incluso técnicos, completamente trastocados. Al nacer y desarrollarse y propagarse nuevas concepciones de la metodología en educación... Todo muy de prisa. Fue la pedrada, no en la corriente de un río ágil y entre quebradas, sino en el centro geométrico de un lago en calma. Y vino una primera reacción de protesta: que vale tanto como rechazo incómodo, escandalizado, cargado de agresividad a quien perturbaba la siesta (ellos lo confundían con la estabilidad un poco de nirvana de «la» verdad), la costumbre, la tradición. Muchos padres todavía están en esta etapa: contra los que siembran la niebla, contra los que son capaces de exigir el análisis de los principios intangibles, contra los que proponen, apelando a veces a los mismos principios que ellos, una jerarquización distinta de los valores motivadores, contra los que están logrando que las estructuras educativas se modifiquen, aunque estas estructuras se llamen la escuela, la familia, la sociedad los partidos políticos, la televisión o las iglesias. Protesta de quien es despertado violentamente de su letargo. Hasta que algunos han comprendido que la reacción tendría que parecerse a comprender o intentar comprender: analizar lo que está pasando, capacitarse para estar abierto a lo que sea razonable, aceptar la situación de educandos permanentes, aunque precisamente entre los padres es en donde aparece con mucha más claridad eso de que los educandos son los principales agentes de su propia educación. Y así, tan simplemente, surge la Escuela de Padres: mucho más que como moda o tópico, como necesidad. No para que los papás acudan a una escuela, sino para que se constituyan en Escuela de Padres.

No todos los padres aceptan la necesidad de una educación permanente. Pero ya van siendo cada vez menos quienes no comprenden esta necesidad. Por otra parte, es suficientemente significativo que puedan existir todavía padres que se consideren definitivamente capacitados para la tarea educativa.

FUENTE: http://cprcalat.educa.aragon.es/inescuela_de_padres.htm

Carmen Mª Gil Ruiz