domingo, 11 de abril de 2010

Encuesta realizada a una madre del C.E.I.P. San Pío X (Murcia)


A continuación, vamos a ofrecer a los padres de nuestro colegio una encuesta realizada a una madre para conocer datos del curso académico de su hijo y cómo influyen determinados aspectos sobre él:


1. ¿Hablan con el profesor/a para conocer su vida escolar?


La mayor parte del tiempo lo tengo ocupado trabajando y en las labores de casa, pero siempre que puedo me intereso por la educación de mis hijos e intento acudir a las reuniones con los profesores.


2. ¿Cómo ven las relaciones de su hijo(a) con los profesores?


Mis hijos normalmente llegan contentos a casa y aprenden mucho, pero siempre está el día en el que el profesor les regaña y vienen un poco enfadados, pero será por algo malo que habrán hecho. En general, muy buena.


3.¿Cómo suele reaccionar su hijo(a) ante los resultados de las evaluaciones?


Pues las acepta acorde con el esfuerzo que ha llevado a cabo, aunque intenta mejorar día a día para obtener mejores resultados.


4.¿Cuál suele ser la actitud de ustedes ante las evaluaciones?


Mis dos hijos sacan buenas notas, aunque alguna vez han traído algún suspenso a casa y los hemos ayudado para que la próxima vez no ocurra y aprendan aquello que no entienden.


Las evaluaciones nos ayudan para descubrir en qué fallan nuestros hijos y en qué necesitan más atención.


5.¿Le plantea alguna dificultad su educación?


Ninguna, ya que entre todos intentamos que día a día realice las tareas escolares.


6.¿Qué cuenta del colegio?


Lo bien que se lo pasa con los amigos y alguna canción o algo nuevo que aprende y le ha llamado la atención.


7.¿Están ustedes satisfechos con el rendimiento escolar de su hijo(a)?


En general si, aunque es muy travieso y podría mejorar sus notas si se lo plantease, pero son cosas de la edad.


8.¿Creen que se encuentra a gusto en el colegio?


Si, ya que su estado anímico es bueno y afronta el día a día con entusiasmo.


9.¿Qué información cree que podría aportarle el colegio para mejorar la educación de su hijo?


Pues es un niño travieso, inquieto, pero muy inteligente, que aprende rápido y comprende fácilmente las cosas y le gusta mucho el tema de las nuevas tecnologías. Permanece muy atento a cualquier cosa que le llama especialmente la atención.


10. ¿Qué rasgos definirían mejor a su hijo?


Nervioso

Desenvuelto

Perezoso

Distraído

Rápido

Responsable

Obediente

Independiente

Alegre

Pacífico


Ainara Manresa Riquelme

Influencia de los medios de comunicación en los más pequeños

La televisión, por ejemplo, se ha convertido en el “principal canguro y la distracción primordial de los niños”.

Y, ¿qué sacamos de ella? ¿Qué sacan los niños de ella?

VIOLENCIA –hay cifras escalofriantes acerca del menú de violencia que se nos ofrece a diario incluso en lo que se da en llamar “horario infantil”-.

Un fuerte efecto de ANSIEDAD, que se traduce en violencia psicológica que puede marcar el ánimo del niño, impresionarlo, perturbarlo. Esto puede hacerlo habituarse a la violencia, a banalizarla y hacerlo insensible, más tarde, al sufrimiento de los demás”. Es decir, FALTA DE EMPATIA.

Según George Gerbner –especialista en violencia en la pequeña pantalla de la Universidad de Pensilvania-: “La exposición reiterada a la violencia vuelve al público ansioso y desconfiado, le hace exagerar los rIesgos de agresión en su medio. Cuantas más emisiones violentas vean los niños, más aceptable les parece la violencia y más les produce placer. Les cuesta discernir lo verdadero de lo falso”.

La PUBLICIDAD, otro de los bombardeos incesantes, “va a hacerles interiorizar las normas ideológicas dominantes. Y enseñarle criterios consensuales de lo bello, lo justo y lo verdadero; es decir, los cuatro valores morales sobre los cuales para siempre se edificará su visión moral y estética del mundo”.

La publicidad trata de descubrir nuestras debilidades y puntos vulnerables, “cuando han obtenido esta información, el ciudadano se convierte en blanco de la diana”.


En los dibujos animados y videojuegos, se combina la alta carga de violencia con la REALIDAD VIRTUAL. “Una exposición demasiado frecuente a esta última -según los psicólogos- induciría a una verdadera descomposición psicológica, haciendo una sangría en las fuerzas vivas de la personalidad en beneficio de uno o varios mundos virtuales”.

Tanto en éstos como en aquella, se utilizan incluso técnicas controvertidas e ilegales como imágenes o sonidos subliminales.


Todo creando una norma social; creando consenso. Generando un perfil de individuo social. De modo que establecen una nueva forma de condicionamiento “al recordarnos constantemente el deseo de la mayoría” –como dice Ramonet.


Fuente: http://elproyectomatriz.wordpress.com/2008/07/18/el-poder-de-las-palabras/

Baltasar Manzano Albaladejo

Multiculturalidad en el aula

La diversidad es un factor de enriquecimiento curricular en los centros educativos. Los grupos homogéneos no existen ya que dicha homogeneización es posible solamente en algunos de los múltiples y complejos factores que conforman la identidad de las personas. Cuanto más temprana es la edad de los educandos más evidente es dicha diversidad y más difícil la apuesta por metodologías basadas en la unificación de experiencias educativas para la totalidad del alumnado de un determinado nivel educativo independientemente de situación y evolución del grupo clase.


La llegada de un alumno de otra región u otro país, con otra lengua y cultura diferentes produce, en un primer momento, sorpresa. Dicho efecto es posible utilizarlo con un carácter pedagógico, motivando al resto del grupo clase hacia la cultura y orígenes del nuevo compañero y favoreciendo la aparición de actitudes positivas hacia el alumno, sus orígenes, su cultura y nuevas integraciones de alumnado con características semejantes.


Todos esos aprendizajes pasarían a formar parte de nuestra programación de aula, en intima relación con el PCC y PEC, conformando a un tiempo una metodología dinámica, abierta y participativa en un contexto educativo democrático y tolerante.


En todo el proceso descrito intervienen los diferentes agentes educativos de forma coordinada. Se establecen espacios temporales para la coordinación docente y con las familias. La familia entra en la escuela; participa de las experiencias educativas y conforma otras nuevas, las que tienen que ver con la cultura de origen. Este proceso de inmersión cultural se da en los dos sentidos de forma que no se produce en ningún caso perdida de identidad sino enriquecimiento por parte de todos los subgrupos culturales que conforman la comunidad educativa.

Aquí observamos un ejemplo de multiculturalidad en Oaklawn Language Academy (EE.UU) con la celebración de un festival en el que se imparte un baile típico español con alumnos de diferentes culturas.




Fuente: Jambrina Hernández, Ricardo. "Integración socioeducativa de alumnos inmigrantes".
http://www.primaria.profes.net/archivo2.asp?id_contenido=35969#nota4

Baltasar Manzano Albaladejo

Propuesta global para favorecer la colaboración de padres y profesores


Pensamos que la cuestión no es tanto realizar más o menos actividades de colaboración entre padres y profesores, como ir avanzando en cada una superando las dificultades con las que nos encontramos, atrevernos a innovar, a experimentar la alianza (Álvarez, 1999; CEIP de Ribes, 2002) y realizar el esfuerzo por enmarcarlas, orientarlas, liderarlas y sistematizarlas. En la misma dirección, compartimos con Intxausti (2002) el convencimiento de que no hay nada más dinamizador de las relaciones escuela-familia que los proyectos que van naciendo en los centros, pero dado que la energía del profesorado no es inagotable se ha de realizar un concienzudo examen de en qué se invierten.

Tomando como referencia lo aportado por la investigación y las experiencias desarrolladas (Martínez-González, 1996) y las propuestas realizadas por otros autores (Álvarez, 1999; Aranguren, 2002; Parellada, 2002) nos atrevemos a aportar una serie de notas que pueden hacer más eficaces los esfuerzos de colaboración entre familias y escuelas. Muchos han propuesto el término “partnership” para referirse al proceso que conlleva que padres y profesores aprendan a trabajar juntos, valorando lo que cada parte puede aportar a la relación (OCDE, 1997). Este es el marco en que deseamos situarnos.

En primer lugar, es requisito indispensable entender que no puede separarse la vida del alumno en la escuela y la del hijo en el hogar, que la colaboración escuela-familia es una respuesta necesaria, en la que escuela adquiere una dimensión de servicio a las necesidades del alumno y sus familias, y éstas, aunque importantes, contribuyen al rendimiento de los niños sólo como “potencia es facilitadores”. Mejorar la comunicación y reflexionar sobre los instrumentos de intercambio de información entre padres y profesores ha de ser un objetivo prioritario (Méndez, 2000), en el camino hacia unas relaciones caracterizadas por la “reciprocidad” (igualdad de estatus) y la “mutualidad” (tener asuntos en común).

En segundo lugar, asumir como procedimiento la diversidad de la IP, lo que conlleva un doble requerimiento: a) Incrementar el conocimiento sobre las principales dimensiones en las que las familias pueden variar (configuración, diversidad étnica y cultural, situaciones de estrés, miembros en situación de vulnerabilidad, recursos) como proponen Procidiano y Fisher (1992), las principales áreas de influencia de la familia en el logro de los alumnos (Christenson, Rounds y Gorney, 1992) y las necesidades, las creencias, los valores y estrategias educativas
de los padres (Redding, 1991). b) Aceptar que existen diversas formas de IP, todas igualmente válidas, que los padres tienen diferentes necesidades y aportan diferentes recursos. Ello no significa que las escuelas necesariamente tengan que proporcionar todos los tipos de IP. La meta debería ser lograr un acuerdo entre lo que los padres y lo que las escuelas perciben como factible de realizar, entendiendo por factible aquellas formas que se consideran posibles y con las que nos encontramos cómodos.

En tercer lugar, no se debería minusvalorar el impacto de los aspectos organizativos concretos que posibiliten la IP como elemento esencial en el proyecto educativo de centro, ni olvidar que la iniciativa debe partir de la escuela. Algunas prácticas que han resultado ser eficaces son (Olmsteam, 1991): discutir las actitudes del personal de la escuela hacia la IP, incluir padres y profesorado en la dirección del programa, escribir las propuestas, emplear una amplia variedad de medios para incrementar el intercambio de información y la asistencia de los padres a las reuniones, incentivar a las familias, recuperar los rituales, implementar algún componente en el programa en el que los padres sean vistos como educadores, incorporar los agentes sociales y comunitarios, favorecer la creación de redes de servicios (entre colegios, AMPAS, instituciones,...), adoptar procedimientos de evaluación y seguimiento. Especial atención merece la implicación de la dirección del centro escolar y el modo en que gestiona su situación intermedia entre padres y profesores, y los apoyos de la Administración.

En cuarto lugar, no hay que perder el plano de lo particular y recordar que el nivel que más interesa a los padres es el que está directamente vinculado con su propio hijo, que la IP en la educación de los hijos se incrementa cuando los padres creen que las prácticas escolares les ayudaran a incrementar su conocimiento sobre determinadas áreas críticas (p.e., el aprendizaje de la lectura o hacer los deberes), y cuando los programas responden a las necesidades de los padres y no se centran en los problemas.

En quinto lugar, es necesario que la formación del profesorado incorpore cuanto venimos diciendo, en especial el entrenamiento del profesorado en habilidades de comunicación y en actividades de colaboración con las familias (Kñallinsky, 1999). Las materias que abordan estas cuestiones son prácticamente testimoniales en los planes de formación inicial del profesorado. Martínez-González (2000), en el marco de la formación permanente del profesorado, propone la metodología de investigación-acción colaborativa entre profesores y padres como estrategia para dinamizar las relaciones familia-centro escolar.

Por último, pensamos que la legislación, a pesar de los avances en los últimos años, es extremadamente parca en recomendaciones y concreciones y señala tiempos de encuentro completamente insuficientes. La legislación debería adoptar una posición abiertamente facilitadora de las relaciones entre padres y educadores, estableciendo claramente una vinculación más extensiva e intensiva entre la AMPA y el Centro Escolar, incrementando la autonomía de los Consejos Escolares, eliminando la asimetría entre padres y profesores en su composición y promoviendo que sus actuaciones se centren fundamentalmente en lo educativo y curricular –sin renunciar a las actividades complementarias y extraescolares–. Pero, sobretodo, se deja notar la falta de preocupación por la innovación en lo que podríamos denominar la cotidianeidad de las relaciones profesores-padres. En este sentido, sin duda, la reciente ley de Calidad de la Educación constituye una oportunidad perdida.

Somos conscientes que estas recomendaciones no son las únicas posibles y que no son fáciles de incorporar a los modos de pensar y de actuar. Se trata de un apunte más en el marco de las políticas socioeducativas de atención a la infancia y a sus familias. Creemos que la multidimensionalidad de nuestra propuesta tiene la potencialidad de iniciar procesos de cambio. Hablamos de los principios que deben orientarla, de los procesos de formación y legislativos que definen y simplifican realidades, de los conocimientos y los procedimientos eficaces, tanto en el plano de lo general como de lo particular. Esperamos que la necesidad de la colaboración padres-profesores forme parte del rol educativo de ambos, que se incremente la percepción de eficacia, que nadie eduque sin querer, que no se privaticen los intereses colectivos, que se vaya rompiendo el muro que unos y otros han levantado con cierta complacencia, que nadie dimita en esta tarea.

Fuente: García Bacete, F. Juan, "Las relaciones escuela-familia: un reto
educativo". Castellón, 2002-2003

Baltasar Manzano Albaladejo

viernes, 9 de abril de 2010

La educación y la crisis económica




Los países en desarrollo lograron mejorar significativamente los resultados de la educación. Sin embargo, la actual crisis económica mundial amenaza este progreso, ya que reduce el potencial de hogares y gobiernos para invertir en educación. Si las naciones en desarrollo permiten el deterioro de los niveles de matrícula y de aprendizaje mientras ésta persista, perderán la capacidad de ganar ventajas en competitividad cuando se recupere la economía mundial. Los niveles de aprendizaje y matrícula escolar corren peligro en los Estados perturbados por la crisis; es probable que los países y hogares más pobres sean los más afectados, debido a que son los que más sufren con la disminución de los recursos fiscales y la cada vez mayor falta de empleos. Para mantener los avances en educación a pesar de la crisis, los países en desarrollo y los países donantes deben priorizar sus esfuerzos y sus inversiones. Es necesario que estos últimos mantengan los niveles de ayuda y mejoren su efectividad. Identificar la naturaleza y la magnitud de las repercusiones de la crisis en educación es un primer paso muy importante para preparar una respuesta adecuada. La experiencia de eventos anteriores de este tipo y de evaluaciones recientes apunta a programas que puedan aminorar los peores efectos de la crisis en educación. A pesar de los riesgos que representa para el avance en educación, la crisis puede ser una oportunidad a más largo plazo para mejorar la eficacia de los sistemas educacionales y atraer y mantener a profesores mejor preparados.

Fuente: http://web.worldbank.org/WBSITE/EXTERNAL/BANCOMUNDIAL/NEWSSPANISH/0,,contentMDK:20550698~menuPK:1074643~pagePK:64257043~piPK:437376~theSitePK:1074568,00.html

Fátima Mª López Sandoval

jueves, 8 de abril de 2010

La autoestima



La autoestima es un tema que despierta a cada día un gran interés, no-solo de psicólogos como también de madres y padres. Es una preocupación presente en muchas casas y conversaciones. Y eso se puede entender por la relación que está teniendo la autoestima con problemas como la depresión, anorexia, timidez, abuso de drogas, y otros. Algunos expertos afirman que una baja autoestima puede llevar a una persona a tener estos problemas, mientras que una buena autoestima puede hacer con que una persona tenga confianza en sus capacidades, no se deje manipular por los demás, sea más sensible a las necesidades del otro, y entre otras cosas, que esté dispuesto a defender sus principios y valores. Lo ideal sería que los padres no se preocupasen solamente en mantener una buena salud física a sus hijos, pero que mirasen más por la salud emocional de los mismos. La autoestima es una pieza fundamental en la construcción de una efectiva infancia y adolescencia.

¿Qué es la autoestima?

Se puede definir la autoestima de diversas formas, pero su contexto continuará siendo el mismo. La autoestima es la conciencia de una persona de su propio valor, el punto más alto de lo que somos y de nuestras responsabilidades, con determinados aspectos buenos y otros mejorables, y la sensación gratificante de querernos y aceptarnos como somos por nosotros mismos y hacia nuestras relaciones. Es nuestro espejo real, el cual nos enseña cómo somos, qué habilidades tenemos, a través de nuestras experiencias y expectativas. Es el resultado de la relación entre el temperamento del niño y el ambiente en el que éste se desarrolla.

La autoestima es un elemento básico en la formación personal de los niños. De eso dependerá su desarrollo en el aprendizaje, en las buenas relaciones, en las actividades, y por qué no decirlo, en la construcción de la felicidad. Cuando un niño adquiere una buena autoestima se sentirá competente, seguro, y valioso. Entenderá que es importante aprender, y no se sentirá disminuido cuando necesite de ayuda. Será responsable, se comunicará con fluidez, y se relacionará con los demás de una forma adecuada. Al contrario, el niño con una baja autoestima no confiará en sus propias posibilidades ni de las de los demás. Se sentirá inferior frente a otras personas, y por lo tanto se comportará de una forma más tímida, más crítica, con poca creatividad, lo que en muchos casos le podrá llevar a desarrollar conductas agresivas, y a alejarse de sus compañeros y familiares.

La autoestima no es una asignatura de un currículum escolar. Pero sí debe ser un espacio jamás ignorado por los padres y profesores. Hay que estar atentos al lado emocional de los niños. Durante la etapa desde el nacimiento a la adolescencia, por su vulnerabilidad y flexibilidad, busca mejorar la autoestima de tu hijo. Todo lo que se consigue en este periodo puede sellar su conducta y su postura hacia la vida, en la edad adulta.

Fuente: http://www.guiainfantil.com/salud/autoestima/index.htm

María Pilar Lucas Marín

¿Qué necesitan los niños?


¿Qué necesitan los niños?

Cuando queremos hablar sobre los niños y las niñas, por supuesto, debemos no sólo tener conocimiento base para expresar nuestras ideas, sino que además de ello es necesario que exista experiencia previa, y con ello me refiero a una experiencia propia y directa con aquellos.
Si observamos a un niño o a una niña, reconoceremos que es un mundo único, una persona en pequeño, una criatura que requiere no sólo de cuidados sino también de un cúmulo de orientaciones, conocimientos y afecto. Entonces en este sentido aquellos a quienes los vemos pequeños, graciosos y divertidos, otras veces no tanto así; necesitan de nosotros los mayores, y en particular de docentes que tengan real vocación de enseñanza. Aún cuando la vida misma es una maestra que enseña todo el tiempo de nuestra existencia.

Lo que podemos darles está a nuestro alcance. He escuchado decir a muchos padres y madres de familia que quieren que sus hijos(as) saquen buenos calificativos (¿?), que accedan al inmediato superior grado de estudios; y realmente no lo comprendo. Y lo más preocupante es que no saben el daño que se les estaría causando al tomar como objetivo de la educación sólo esos aspectos.
Es muy importante como necesario darles conocimientos, pero que no sean inútiles en un primer momento, es decir, que puedan llevarlos a la práctica diaria, dentro del manejo de "su mundo", sin lo cual carecería de sustento firme dentro de su conocimiento integral. Antes se decía que "la letra con sangre entra" y a muchos nos trae .... recuerdos nada gratos. Y hasta en muchas ocasiones en vez de que el estudio sea agradable se vuelve algo incompatible y a lo que muchos estudiantes agarran cólera. Procedimientos, metodología, y muchas más estrategias deben aplicarse de acuerdo al recurso humano que se tiene al frente. En particular, dentro de nuestra escuela hogareña, conocemos bien a nuestros hijos y es justamente lo que nos lleva a adquirir un compromiso fiel, amoroso para que seamos los primeros profesores de ellos. Una clave dicha a los cuatro vientos: seamos buenos ejemplos en todo. Ellos captan a través de los sentidos: ven, oyen, sienten, huelen, gustan. Luego, conforme vayan creciendo debemos darle el apoyo necesario, no son plantitas que sólo hace falta regar y abonar; son seres humanos que requieren de un sistema complejo y permanete de enseñanza. Dediquemos más tiempo al diario quehacer de nuestros hijos, sumerjámonos en sus actividades por más simples que parezcan, ellos y ellas lo apreciarán mucho. Después de todo, recordemos que no siempre serán pequeños, y cuando eso suceda, tal vez al darnos cuenta ya habrán partido de nuestro lado para formarse por sí solos.

El afecto es imprescindible, necesario en sumo grado. Créanlo! Con afecto y buenas formas se consigue mucho en ellos.

Fuente: http://www.bebesaludable.info/2009/12/que-necesitan-los-ninos.html

Fátima Mª Lòpez Sandoval